La serie “La Granja Loosh” esta constituida de 5 cuadros en acrílico sobre tela. 4 de ellos (60×90 cm) son la progresión de la parasitación (biológica, metafórica o espiritual), en donde el cuerpo es reducido a la nada. Es la transmutación corporal, que convierte al usuario en “no-humano” o un cascaron viviente. La apropiación extracorpórea dentro de la serie es el tema principal, así como la posesión e emanación de elementos abyectos; como la de un hongo o un cáncer esparciéndose en el terreno corporal, hasta el grado de desfigurar la humanidad y la cualidad de identidad. Hay elementos que se leen desde una mirada social, en el que se esta psicopatizando al ser; que en pocas palabras, esta serie es la mirada al “interior de los hombres corruptos” y su proceso de deshumanización.
El clímax de la serie, representado en el quinto cuadro, «Adrenocromatos» (120 x 80 cm), visualiza la culminación de este proceso. Este lienzo alude a la oxidación de la adrenalina y al adrenocromo, representado por una entidad cósmica que encarna la materialización del miedo y el sufrimiento humano como un recurso explotable. Esta figura simbólica devora y metaboliza el dolor, proyectando un poder parasitario y deshumanizador que trasciende lo físico para convertirse en una fuerza universal.